Nuestra experiencia a lo largo de los años nos ha permitido realizar varios reportajes a bodas Judías, lo cual nos ha dado una nueva experiencia y especialización en este tipo de ceremonias, con este post de bodas.net sabréis algo mas…
Más que un intercambio de anillos de matrimonio, lo que ocurre en una ceremonia judía es el reencuentro entre dos almas gemelas que fueron separadas al nacer. Un ritual que alude a muchas tradiciones ancestrales y, todo ello, entre plegarias y bendiciones con frases de amor, que tienen su peak en la postura del anillo de oro de parte del jatán (novio) hacia la kala (novia). ¡Descubran todos los detalles a continuación!
En qué consiste
El judaísmo entiende a la familia y, por lo tanto, al matrimonio, como la única institución social indispensable para la formación física y espiritual del individuo. Además, tiene carácter divino, por ser Dios quien une a la pareja, incorporando diversos simbolismos. Entre ellos, que el matrimonio debe coincidir con el ciclo lunar creciente, lo que augura felicidad y fortuna para los nuevos esposos. Eso sí, no puede celebrarse una boda entre la puesta de sol del viernes y la puesta de sol del sábado, ni en días de fiesta religiosa o pascua hebrea.
El matrimonio judío, denominado “Kidushin”, significa santificación y se realiza a través de una ceremonia en varias etapas. La oficia un rabino y puede tener lugar, tanto al interior de una sinagoga como al aire libre.
Ayuno
Durante el día en que contraerán nupcias, tanto el novio como la novia deben mantenerse en ayuna desde el alba hasta que concluya la ceremonia. Esto se hace para honrar la santidad del día.
Recibimiento
Para aumentar la expectación, se respeta que los contrayentes no se vean el uno al otro por una semana antes de la boda. Por lo tanto, antes de iniciarse el matrimonio, los novios saludarán a los invitados por separado, en lo que se conoce como “Kabalat Panim”. En ese momento, además, las madres de los prometidos romperán un plato, con el fin de mostrar la seriedad del compromiso.
Bajada de velo
A continuación viene el “Badeken” o bajada de velo. En este momento, el novio, acompañado por familiares y amigos, se acercará hasta donde está sentada la novia y bajará el velo sobre su rostro. Esta es una costumbre antigua que simboliza que el amor es más profundo que la belleza física, y que el alma y el carácter son lo supremo y fundamental. El velo significa modestia, mientras que el “Badeken” indica, además, el compromiso del novio de vestir y proteger a su mujer.
Jupá
Algo que visualmente distingue una boda judía, es que se realiza bajo un dosel nupcial o “Jupá”, sujeto por cuatro pilares de madera y telas, instalada generalmente a cielo abierto. “Jupá” en hebreo significa proteger, y la misma vez simboliza la casa que será construida y compartida por la nueva pareja. El rabino invitará al novio a que se una a él, a continuación, a los familiares más cercanos y, en último lugar, a la novia. Ésta deberá detenerse a pocos metros de la “Jupá” y esperar a que el novio, en gesto protector, la conduzca bajo el dosel. La mujer debe quedar a la derecha del hombre, la que lucirá un vestido de novia sencillo en color blanco. El novio, en tanto, deberá llevar un kittel, que es una especie de bata blanca, además de una kipá en la cabeza, accesorio obligatorio para cualquier hombre en un lugar de culto religioso.
El ritual de las Siete Vueltas
Una vez instalados, la novia dará siete vueltas alrededor del novio bajo la “Jupá”. Este rito simboliza la creación del mundo en siete días, las siete cualidades divinas, los siete portales de la misericordia, las siete profetizas y los siete pastores de Israel. Es una forma de representar y dotar de bendición el nuevo mundo que entre ambos forjarán. Además, significa que está en poder de la mujer construir las murallas externas que protegen al hogar, así como derrumbar las murallas internas que debiliten a la familia.
Bendiciones del compromiso
Los novios serán invitados por el rabino en dos momentos de la ceremonia a beber de la misma copa de vino; bebida que es símbolo de unión y regocijo en la tradición judía. La primera vez lo harán para la bendición del compromiso que se conoce como “Kidushin”. En ella, se recitará la oración de santificación y, posteriormente, los contrayentes alzarán sus copas de novios para beber.
Postura del anillo
Ante dos testigos, que no deben ser familiares de los contrayentes, el novio le declarará a su mujer: “He aquí, que estás comprometida a mí con este anillo, de acuerdo con la ley de Moisés e Israel”. A continuación, colocará el anillo en el índice de la mano derecha de la novia, que debe ser una pieza de oro amarillo liso, desprovisto de cualquier grabado o decoración. Será ese el momento culmine de la celebración, pues desde entonces quedarán oficialmente casados. Si así lo desea, la novia también puede dar un anillo al novio, pero después de la ceremonia y no mientras se está en la Jupá. Esto es para evitar confusión en cuanto a lo que constituye el verdadero matrimonio, según lo estipulado por la ley judía o Torá.
Contrato matrimonial
En seguida viene la lectura de la “Ketubá” o contrato matrimonial en el texto original en arameo, que detalla las responsabilidades y obligaciones que le corresponden al novio. Entre ellas, proporcionar alimento, refugio y ropa a su mujer, así como estar atento a sus necesidades emocionales. El documento, además de ser firmado por los contrayentes, debe ser suscrito por dos testigos, adquiriendo así el poder de acuerdo legal.
Las Siete Bendiciones
Una vez firmado el acuerdo, los esposos serán cubiertos por un manto, bajo el que escucharán las Siete Bendiciones o “Sheva Brajot”, que los protegerán en su vida marital. Estas bendiciones, que incluyen frases bonitas de amor, serán recitadas por el rabino o cualquier otra persona que los novios deseen honrar. Generalmente, se acostumbra que sean siete personas distintas las que recitan las bendiciones. Al término de las mismas, los novios compartirán la segunda copa de vino, ahora ya como marido y mujer.
Romper la copa
Finalmente, otra copa será colocada en el suelo para que el novio la rompa con su pie. Esto simboliza una expresión de tristeza por la destrucción del Templo de Jerusalén e identifica a la pareja con el destino espiritual y nacional del pueblo judío. Este acto marcará el final de la ceremonia.
El encierre
Prosigue entonces cumplir con el ritual del “Yijud” o el encierre, en el cual la pareja se trasladará a una habitación privada, en la que estarán solos por unos minutos, manifestando así que son oficialmente marido y mujer. Allí compartirán un consomé típico para cortar el ayuno y, una vez listos, pasarán a la recepción para dar inicio a la comida.
El banquete
Es un mandamiento para los invitados celebrar con los recién casados, con mucha música, baile, comida y torta de matrimonio de por medio. A esta celebración se conoce como “Seudá” y es común, además, que los novios sean alzados por los aires, sentados en sillas, lo que proviene de la tradición de cargar a los reyes de la misma forma. Para terminar, se recitarán nuevamente las Siete Bendiciones por parte de sus invitados.
Requisitos para casarse
- El hombre debe haber hecho el “Bar Mitzvá”, una ceremonia judía en la que se festeja el paso a la edad adulta. Normalmente, se realiza cuando el niño cumple 13 años.
- Los novios deben ser judíos, solteros y proporcionar la “Ketubá”, certificado de matrimonio de sus padres, al rabino que los casará. Si los padres están separados, en tanto, deben presentar una copia del “Guet” (divorcio religioso).
- Ambos contrayentes deben pertenecer al judaísmo por nacimiento, aunque, hoy en día, ya son muchas las congregaciones que permiten la conversión a la religión judía de uno de los novios, en el caso de profesar otra religión.
- Es más importante, eso sí, que la mujer sea judía de nacimiento, ya que solo de un vientre judío pueden nacer judíos. Ello, pues el alma e identidad judía se heredan de la madre, mientras que la práctica del judaísmo es engendrada por el padre, según lo indica la Torá.
- No existe un curso obligatorio previo al casamiento, pero en la mayoría de las sinagogas se dictan charlas para parejas con el fin de orientarlas en la religión.
Desde el vestido de novia con velo y la disposición del “Jupá”, hasta las frases de amor cortas que se incorporan en las bendiciones. Todo tiene sentido en un matrimonio judío, quizás, una de las ceremonias con más simbolismos que se mantiene hasta el día de hoy.
Fuente: bodas.net